Con cerca de quinientos asistentes en el Salón Azul del Senado de la Nación y la participación de funcionarios públicos, académicos y especialistas, organizaciones de la sociedad civil y activistas, culminó la Conferencia Nacional sobre Políticas de Drogas organizada por la Asociación Civil Intercambios por décimo segundo año consecutivo.
El debate desarrollado en los distintos paneles coincidió en la necesidad de entender al usuario de drogas como un sujeto de derechos y cambiar la perspectiva punitiva y criminalizante por una socio-sanitaria. Especialistas y funcionarios remarcaron el fracaso de la ley de desfederalización, que aumentó la persecución de las tenencias, según argumentaron.
(Buenos Aires, 17/07/14; 18 hs) La presidenta de Intercambios AC Graciela Touzé expresó en la apertura de la 12º Conferencia Nacional sobre Políticas de Drogas “después de que el Senado aprobara en mayo la Ley de Abordaje Integral de Consumos Problemáticos esperamos que se fortalezcan los avances producidos por la Ley Nacional de Salud Mental, la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia con el Fallo Arriola y las orientaciones del Ministerio de Educación de la Nación en materia de prevención”. Sin embargo, mostró su preocupación por “la adhesión de algunas provincias al régimen de desfederalización, cuyos resultados en Buenos Aires y Córdoba alertan sobre esta estrategia que mayormente se ha aplicado como un instrumento para continuar criminalizando a la población en situación más vulnerable”. “También nos preocupan iniciativas como los Tribunales de Tratamiento de Drogas que empezaron a funcionar en la provincia de Salta porque hacen prevalecer la intervención penal y entran así en contradicción con otras políticas públicas ya mencionadas”, enfatizó.
Por su parte, Carlos Jacomet, Subsecretario de Prevención, Capacitación y Asistencia de las Adicciones (SEDRONAR) resaltó “la importancia de que todas las responsabilidades de persecución al narcotráfico hayan pasado al Ministerio de Seguridad de la Nación y SEDRONAR se aboque solo a la prevención, capacitación y asistencia”, y en este sentido expresó: “La cuestión de la drogadicción nace de la exclusión, no sólo debemos observar al sujeto sino a las situaciones anteriores de las que ha sido objeto. Tenemos una responsabilidad desde el Estado ante esto”.
A su vez, el Fiscal Titular a cargo de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) Félix Crous, expresó que “el paradigma represivo puso al usuario en un lugar satanizado. Nuestro esfuerzo es darle un lugar respetuoso y ver si es verdad que nos preocupan las personas o sostener un sistema hipertrofiado que no se ocupa del impacto que tiene en la salud pública”.
Ana María Cortes, Directora de Cooperación Nacional e Internacional, (SEDRONAR), señaló que “Argentina está promoviendo en distintos ámbitos multilaterales un enfoque equilibrado y multidimensional que aborde integralmente el consumo problemático de drogas y aporte a la reducción de la oferta y la demanda”.
“Es necesario un paradigma de inclusión social que promueva el proyecto de vida de cada sujeto, y trabajar en políticas de desestigmatización; es un tema de salud social, no solo sanitario sino comunitario”. Por último, destacó la iniciativa de “un observatorio regional acorde a la realidad de Latinoamérica; necesitamos datos propios para diseñar estrategias conjuntas”.
Por último Alejandro Corda, Abogado e Investigador de Intercambios AC presentó el libro “Personas que usan estupefacientes en Argentina. De “delincuentes-enfermos” a sujetos de derechos”, en el cual muestra claramente “las consecuencias de la criminalización, de la respuesta penal: criminalización de usuarios, aumento de la población carcelaria con población en especial estado de vulnerabilidad. En Argentina el 38% son causas por tenencias de consumo, es decir son causas de usuarios. Es importante revisar la acción de las agencias penales, especialmente la policía”.
Además hizo hincapié en la situación de las mujeres, considerando que “el aumento de la población de mujeres en cárceles federales aumentó un 217 %, y el hecho de que se haya tenido a la respuesta penal en primer término, tiene como efecto que se haya desestimado el ocuparse de otras respuestas, sin ir más lejos se gasta lo mismo en perseguir usuarios que a prevención y asistencia, con lo cual si se dejara de perseguir a consumidores de drogas se podría duplicar la inversión en prevención y asistencia”.